10. El partido de fútbol
Tengo entradas gratis. Me han tocado entradas gratis por comprar una cola zero. Jamás en mi vida me lo creería si me lo dijesen. Me hubiese gustado un vale de tienda de ropa, perfumería, joyas o incluso en restaurante, tienda de muebles y accesorios, otra actividad de ocio como bucear en una cueva de agua de color azul sin tiburones... Pero me ha tocado una entrada de fútbol. Al menos, Mallorca- Barça, y yo que soy blaugrana...
Es primavera. Al menos, no es el duro invierno. Algunos años atrás fui y lo pasaba fatal, demasiado frío. Aunque es cierto que me quedé con ganas de trabajar en el VIP, de azafata, ganando un buen extra, con las familias, parejas, ricos y a ver si había algún soltero o divorciado de mi listado... No esos que se piensan que por estar solteras ya somos de su alcance...
La gente está más guapa y arreglada de lo que me esperaba. Debe ser cuestión de la IA, como dijo aquél. Es cierto que parecen haberse operado y realizado algunos tratamientos plastificados. En mis tiempos, había de todo, super informales, chándal y vaqueros, ñ comiendo pipas, gritando y saltando, pero hoy parecía una sesión del Congreso de Diputados del Gobierno de Madrid, con niños, arreglados, con trajes y formales. Sosos, incluso, para lo que es. Y como no ha habido goles, más aburrido aún. Los tiempos de antaño no eran tan malos...
Toca volver a casa. De repente, veo a una pareja. Es él, con ella. Mi hombre amor platónico. Ella lleva un ramo, no sé si vienen de una boda, es un regalo, trabajan allí y se las han dado... Tampoco no voy a ir a preguntar. Veo que el me observa. Le miro. Sonríe. Sonrío. Y le coge del hombro. Me adelanto. Salgo. Y les dejo atrás.
Sin embargo, al día siguiente, el lunes por la tardesaliendo de trabajar por la tarde:
Él, solo. Me mira. Le miro. Parece un anuncio de perfume, de parejas elegantes triunfando y sobresaliendo del resto mortal. Y:
- ¿Eres la chica del supermercado que veo a veces?
Y la del cine, y el partido.
- Sí- contesto.
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