5. Cita a ciegas con menos suerte que Kim Basinger

Una de las chicas del gimnasio me ha propuesto para una cita a ciegas con un amigo suyo soltero. Me acuerda de aquélla en la que me propuso una compañera de trabajo con su pareja, tras mi ruptura con los cinco años de relación y aún con el ojo puesto en el de la Beyoncé, acepté acudir por diversión, aún sin muchas expectativas, pero en la que no precisamente me lo pasé bien: una cena muy cara, me aburrí mucho, me sentí fuera de honda, no me podía ir cuando quería y en la que el chico no resultó de mi compatibilidad. Sin embargo, el momento de cantar Vogue en el coche en grupo (creo que éramos 6 o 7...) y el ali oli, lo mejor.

En esta ocasión, estoy sentada esperando en el restaurante cercano a casa de sushi que aún no he probado. Una comida a mediodía, un martes tras trabajar, y esperando al susodicho. Fantaseo, lo admito, con que fuese una sorpresa agradable, alguno de mis platónicos, el que vi el otro día en la calle con chaqueta roja parecida a la del adicto, al del coche que me quedaba de marido, al de la chancla con la peluca gris, el abogado que fue cónsul de Filipinas, el que conducta un carrito de bebés en la calle, etc (vamos, que tengo un listado interesante en el que al menos alguno podría encajar) y aparece, pues no ninguno de ellos, pero sí un galán de cine, alto de 180 cm, pelo corto moreno y estilo "old money" que me pregunta:

- ¿Eres Tania?

- Sí, ¿eres David?

Confirma. Estoy muy contenta, parece agradable, serio y formal, espero que feo para algunas y  un "sí" para mí.

- ¿Pedimos el menú, que es económico, y vamos a medias con la comida y los cafés/tés?- toda feliz, y con mucha hambre, le pregunto.

- Ah, sí...

Llamo al camarero, y antes de que acuda:

- Una cosa: vamos a comer juntos, pero tengo que irme pronto.- me informa.

-Pedimos un variado, ¿el menú, uno para cada uno?

- De acuerdo.

- ¿Tienes trabajo?- intento, tímidamente, establecer una conversación. 

- No... Hoy tengo libre.

- Ah, ¿tienes un compromiso? Al igual estás casado, novia, un ligue.. y me han gastado una broma pesada...- ya parezco Aniston en "Friends".

- No, no... Es que... Últimamente estoy haciendo estudios de belleza y estética, y es que...

- Oh, me encanta. También me gusta esa temática...

- Es que visualmente no encajas con el tipo de belleza que busco, o que está en mis preferencias. Estoy mucho con el tema de la IA, las cirugías plásticas, silicona y liposucciones y...

- ¿Demasiado natural?

- Demasiado fea para mí. No te lo tomes a mal, porque pareces una persona estupenda, y vistes muy bien pero... 

Soy fea para el. Le resultó fea para él. No es lo que he dicho, ni el peso, ni el carácter, ni los ojos verdes, ni el look... No le resulto guapa. Y quiere una guapa.  A mí también me gustan los guapos, como algunos actores, pero no soy tan dura ni superficial en primeras citas porque, como me han enseñado, hay que "abrir el libro" y ver qué te cuentas para  saber si te gusta, antes de decir eso. Pero...

- Sé que eres atractiva, y sexualmente puedes llamarme la atención, pero es que busco una chica con una belleza concreta, y a ver, mi rango es muy expandido, pero...

Arréglalo. Tú arréglalo más que quedas de fábula, y estoy teniendo la mejor cita de mi vida...

- Ya traen la comida. Seguro que está deliciosa. Me han hablado mucho de este sitio.- interrumpo para intentar al menos tener una velada agradable. Esto, ni en "First Dates". Bueno, es que ni me llaman para ir... Quizás este es el seleccionador... En fin, el pescado crudo con arroz es un placer, y toca engullir.

Comemos, sin mucho que hablar. Le pregunto por trabajo, familia, viajes, libros, películas, mascotas... pero mi atención está puesta en comer bien (si estuviese en mi casa con el pijama...o con mi padre en el giratorio donde comíamos 25 platos...pero no...) y en planificar la tarde libre: paseo por perfumería, biblioteca y película, quizás una de esas de amor de Navidad de la televisión, que deja con buen sabor de boca, aunque sea un día soleado. 

La cuenta. Ni postre, ni té, los dos optamos por hacer nuestra vida. Nos despedimos:

- Encantado. Ya si eso...

- Ya si eso espero encuentres la belleza de tu gusto. 

Y me voy, sin mirar atrás, y sin importarme lo que piense. Realmente, aunque suene a "frase punitiva", le deseo que encuentre lo que quiere, y yo, lo quiero para mí. Y tengo mucho por hacer...