20. El enfado
Han pasado 4 días. Es sábado, estoy a punto de cerrar la tienda, y no sé nada. Vuelvo a casa. Sola, y, de repente: - Hola, he llegado tarde. Quería darte una sorpresa. - ¿Te has divorciado?- le pregunto, riendo. - A ver... Sigo soltero, y en 4 días no he tenido descanso. Me he quedado sin batería en este turno porque ayer no sé cargó bien y... - No pasa nada, la otra era muy fogosa... - No. Y no se te ocurra decir eso- me dice enfadado.- Si hubiese otra, te lo diría claramente. Pero no la hay, y no quiero que tengas ideas que no son. Mi trabajo es serio y necesito también descanso, momentos sólo. Como tú eres muy independiente, sé que lo entenderás. Y por eso estaba tranquilo contigo, pero si empiezas con esto... - No, no. Ya callo. Era... - Ni bromees. Debes confiar en ti como se que tú lo harás conmigo. O lo haces. - Porque tus amigos policías me espian- le recuerdo divertida, pero... - ¿Te molesta que haya gente que te cuide? ¿Que haya gente que se molesta en velar ...