16. Tarde en el cine
Le llamo.
- ¿Tarde de cine?
- Está caro...
- Tengo entradas gratis.
- A eso se le llama "regalazo".
- Un placer compartido, intelectual, recreativo y más adjetivos... ¿Cuál?
- Podríamos ver "Anora" que aún no la he visto...
- Yo vi el resumen, y no. ¿No te apetece una de esas de feminazis que aborrecen el sexo y maltratan a sus novios?
- Ya sé cuál me dices y no...
- Quizás mejor una de europeos descubriendo la sencillez de la vida y que la felicidad está en las pequeñas cosas y hacer voluntariados de jubilados sin viajar y escuchando sólo a los demás...
- No, para, esa no. Iremos a ver la de...
- Bueno, vamos a ver algo. Ya decidimos en el portal, como se hacía antes.
- Te recojo a las 16h.
Me recoge. Vamos en su coche. Hablamos, de su día, y de mi reciente contrato: una tienda de productos de bebés. Voy a tener menos tiempo libre, restricciones de horario, pero me motiva.
- Pero seguiremos viéndonos.
- Hay hombres que no quieren salir con mujeres que trabajan a según qué horarios, x profesiones, x sueldos o hacen según qué...
- Que yo sepa no vas a prostituirte ni acostarte con otros por dinero.
- No, hombre...
- Pues no me voy a quejar. Vale que entre tus horarios y yo los míos es más difícil o menos disponible que de otras formas, pero es posible, si quieres, seguir viéndonos...
Y me besa, tras confirmar con un "sí".
Vemos la película. Romance comercial, de esas con pasión, intriga y miedo al final, ya que la buena no es tan buena ni el bueno el bueno... Muertes, asesinatos, venganzas vividas... No de miedo, pero con excusa de aferrarme a él, y, de vez en cuando besarnos.
A la salida, le pregunto. Mañana tiene libre, pero a las 11h ha quedado para jugar a tenis con compañeros. Me acompaña a casa. Nos besamos. Y, ya que yo no empiezo el trabajo hasta un día después, le pregunto:
- ¿Quieres subir?
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